La LM es el primer alimento que reciben los recién nacidos, proporcionándole toda la energía y nutrientes que necesitan durante sus primeros meses de vida. La LM continúa aportando nutrientes durante la segunda mitad del año hasta los 2 años, en conjunto con la alimentación complementaria.
| El deseo de toda madre es tener un bebé sano y fuerte, y la leche materna es sin duda el alimento infantil que ayudará a lograr ese objetivo; pues contiene todos los nutrientes necesarios para que el recién nacido se desarrolle de la mejor forma, además, contribuye a reforzar su sistema inmunológico y evita posibles enfermedades (UNICEF, 2017) |
La LM promueve el desarrollo sensorial y cognitivo, además de proteger al bebé de enfermedades como infecciones. La LM exclusiva reduce la mortalidad infantil por condiciones como la diarrea, neumonía, muerte súbita del recién nacido y además, favorece el pronto restablecimiento en caso de enfermedad (OMS, 2018). La LM es considerado un factor protector de la salud futura del niño, pudiendo prevenir enfermedades crónicas como diabetes mellitus tipo 1 y 2, obesidad y cáncer (Ben, 2018).
Otro beneficio de la LM materna sobre todo dentro de las primeras horas de vida del neonato es la obtención del calostro, que se produce inmediatamente después del postparto y dura solo por unos días. Esta primera leche, es rica en proteínas, nutrientes y anticuerpos que los recién nacidos requieren para su desarrollo físico e inmunitario (Blaquez, 2015). La LM también reduce la reabsorción de bilirrubina por parte del niño disminuyendo así los problemas de ictericia, cuadro caracterizado por la coloración amarillenta de mucosas y tejidos común en los recién nacidos (Brahm, 2017).
